ETOLOGIA


La psicología de un animal de presa

El caballo es un animal social que vive en una estructura relativamente compleja en su medio natural, desde el punto de vista ecológico es una presa, lo que determina que su comportamiento este adaptado a la supervivencia y a los potenciales predadores. En el número esta su seguridad y los individuos mantienen una proximidad más o menos constante que depende de la época del año y de los factores ambientales.
Esto no es un dato menor, el caballo es un animal con estado de vigilancia alto y no es raro que se lo defina como “ansioso por naturaleza”.  Sus órganos sensoriales están adaptados para poder percibir cualquier modificación del medio, sea movimiento o sonido y las modificaciones emocionales de los individuos de un grupo son rápidamente percibidas por el resto. Esta característica que hizo que puedan sobrevivir a su medio natural es lo que los dota de una extremada sensibilidad que ocasionalmente complica el manejo del equino deportivo, sobre todo de alto rendimiento, donde la exigencia pone a prueba las capacidades de adaptación del animal.

La domesticación

Aparentemente y después de un largo período sin tener a ciencia cierta la fecha de domesticación del caballo, los estudios de la Dra. Sandra Olsen (Tribu Botai- estepa Eurasiatica)) da una fecha aproximada de 5600 años. Paralelamente, Natalie Stear de la Universidad de Bristol, llevo a cabo análisis en piezas de vasijas de la misma tribu, encontrando contenido de grasas equinas, comprobándose posteriormente que pertenecían a leche de yegua, lo que implicaba una domesticación.
Con respecto a la domesticación, es importante tomar en cuenta que incluye una modificación a nivel genético de la especie domesticada, esto va más allá de las características logradas por la selección humana que incluye las diferentes razas. Planteándolo en términos simples, podemos decir que el sistema nervioso de los animales salvajes está cerrado a cierta edad, de esta manera, la enorme cantidad de aprendizajes se da en un período de tiempo juvenil, esta posibilidad es mucho más limitada en el individuo adulto. A diferencia de esto, en los animales domésticos, tienen capacidad de aprendizaje funcional mucho tiempo después de completado el desarrollo.  En biología, una característica juvenil que se observa en los adultos de una especie en particular se denomina “neotenia” y esta capacidad de aprender más allá del “reloj biológico” de la variedad salvaje entra dentro de esta clasificación.
Tal vez, la mejor definición es la de Price (1984):
“La domesticación es un proceso mediante el cual una población animal se adapta al hombre y a una situación de cautividad a través de una serie de modificaciones genéticas que suceden en el curso de generaciones y a través de una serie de procesos de adaptación producidos por el ambiente y repetidos por generaciones”.
Podemos afirmar sin equivocarnos que este proceso, no solo entraña la modificación que observamos en las diferentes razas y biotipos sino también, una profunda modificación a nivel del comportamiento de la especie domesticada a lo largo del tiempo.

 

El comportamiento

del caballo doméstico
Como se planteo con anterioridad, el caballo es un animal social, que vive en grupos o manadas (gregarios) con una estructura jerárquica que sólo se pone en práctica ante circunstancias que sea necesario, de esta manera, no existen conflictos si el espacio y los recursos son suficientes.  Es un animal rítmico y su gestión del tiempo constante en el medio natural:
13 a 14hs de alimentación (+/- móvil)
El caballo dedica al comportamiento alimentario gran parte del día, presenta un régimen alimentario variado que incluye gramíneas, brotes de arbustos, hojas, frutos, granos, plantas acuáticas, etc., con una elección activa de lo que va a ingerir para lo cual pueden recorrer distancias considerables.
a 3hs de sueño
Las etapas de sueño profundo son realizadas en estación con uno de los miembros en descanso, además, podemos identificar la profundidad del sueño por la postura, a mayor profundidad más bajo se observa el cuello, más descendidos el labio inferior y los párpados. Diariamente, necesitan de 2 a 3 minutos acostados ya que sólo en esta posición puede ocurrir la fase paradojal del sueño. Esta fase del sueño es extremadamente importante desde el punto de vista metabólico ya que cumple un rol de protección neurológica. Si el caballo no puede realizarla se presenta lo que se denomina deprivación de sueño, de esta manera, en transporte prolongado, actividades deportivas o los Boxes menores a 9m2 en los cuales frecuente que el caballo se rehúsa a acostarse estaríamos afectando la recuperación fisiológica del sistema nervioso.  En contrapartida, pueden presentar sueño compensador aumentando las horas del sueño los días posteriores a un esfuerzo o deprivación de sueño.

2hs de desplazamientos

Naturalmente los caballos se desplazan diariamente, esto lo hacen en forma coordinada y en grupo.

5 a 6hs de reposo

En estado de vigilia, el caballo se encuentra sin actividad física en forma alternativa entre otras actividades.  Evaluar esta administración del tiempo y compararla a lo que es la vida del caballo estabulado nos enfrenta con una realidad, el caballo necesariamente esta inmerso en un sistema que pondrá a prueba todas sus capacidades de adaptación. Este no es el único punto que justifica la aparición de trastornos del comportamiento en este tipo de manejos. Por otro lado, una estrategia frecuentemente utilizada en el tratamiento y prevención de las estereotipias (repetición involuntaria e intempestiva de gestos o acciones) y “vicios” de la estabulación es incrementar el aporte de fibras en la ración como algo más fisiológico para la especie.

Comportamiento social

Para poder observar el comportamiento social de los caballos, estos deben disponer de una superficie no menor a 500ha, de otra manera, los comportamientos se encuentran comprimidos por debajo de las 300ha debido a la falta de espacio. Este comportamiento social es complejo, la unidad funcional es la familia o harem que consta de un padrillo, un grupo de yeguas, potrillos hasta una edad máxima de 3 años, eventualmente pueden haber otros padrillos subordinados dentro de la misma familia, el numero de yeguas en promedio es de 1.5 a 5.7 (Keiper 1986), estas familias son relativamente estables.  Posterior a la edad de 3 años, los machos abandonan el grupo de origen. Además de los llamados “grupos reproductivos”, se pueden observar otros tipos de grupos “no reproductivos” formados por machos jóvenes de pocos individuos (usualmente no más de 4) no muy estables, eventualmente grupos mayores a 8 individuos, algunos de hembras jóvenes sin padrillo y por último, machos solitarios y en menor grado, hembras solitarias. Los padrillos a la edad de 5 a 6 años intentarán formar su propio harem. Las hembras tienen la opción de sumarse a familias ya constituidas. Estos grupos no reproductivos tienen por objetivo mantener a los individuos que se encuentran en proceso de madurativo. Varios de estos grupos (reproductivos y no reproductivos) forman lo que se denomina mandada.  Existe una jerarquía dentro del grupo y también entre los que conforman la manda, de esta manera, el padrillo es el encargado de proteger la familia y mantener la cohesión, mientras la yegua dominante, comandará las actividades relacionadas con la bebida, la comida, y los traslados. No necesariamente estas actividades son iniciadas por los dominantes, por facilitación social, puede tomar la iniciativa uno de baja jerarquía y el resto seguirlo aunque, una vez iniciada la actividad, toma el mando el de jerarquía superior. Es posible observar familias con dos (o raramente más) padrillos en las que los subordinados colaboran con las tareas de protección y cohesión del grupo del dominante (Welsh 1975, Denniston 1980, Miller 1980, Berger 1986), estos grupos han demostrado ser más estables que los de un solo macho (Miller 1980, Stevens 1990).  La estructura social equina esta lejos de ser lo rígida y estricta que se observa en los predadores sociales, por lo que jerarquía sólo se puede apreciar en condiciones desfavorables desde el punto de vista medioambiental, donde sea necesario gestionar recursos escasos o eventualmente en estrategias ligadas con la supervivencia, siempre debemos considerar que la estructura social va a favor de un ahorro de energía global del grupo y en los herbívoros que no tienen la necesidad de complejas actividades para conseguir alimento por ejemplo, son menores las oportunidades de ponerla en práctica.  Cuando las condiciones son apacibles, los padrillos tienen una posición pasiva siendo la hembra dominante la que lidera las actividades del grupo, esta situación cambia radicalmente ante un peligro o intrusión, en este caso, se interpondrá y defenderá a su familia.
Dentro de los objetivos de los grupos reproductivos esta el bienestar y protección de los potrillos en desarrollo, de esto se ocupan todos los individuos de la familia.
Es frecuente que las hembras en celo abandonen su familia para ser servidas por un padrillo externo.  Los caballos muestran una tendencia a mantenerse de a pares en las condiciones de vida rural, esto reproduce lo que sucede en medio natural, existe un “compañero prioritario” con el que realizan todas las actividades. Este apego recíproco tiene como consecuencia el apaciguamiento de los individuos, por lo tanto, la falta de contacto social a la cual el caballo esta sometido en ciertos tipos de manejo, genera una situación potencialmente estresante o al menos, en la cual, la gestión de estímulos del medio se vea afectada por una menor capacidad adaptativa.

 

Desarrollo del potrillo

Por su característica de nidífugo (especies que no poseen nido) los potrillos nacen lo suficientemente maduros para poder desplazarse con su madre y grupo al poco tiempo del parto. De esta manera, las etapas del desarrollo en el equino son extremadamente rápidas y cortas.
El período postnatal del caballo dura aproximadamente 2hs, en los primeros minutos posteriores a la parición se genera el vínculo de apego primario entre la madre y el potrillo y ya se pueden evidenciar comportamientos de protección, así como un estado de stress ante la pérdida del contacto visual con él. Es importante evitar situaciones estresantes para la madre que impidan o perturben que este vínculo se genere correctamente.
Simultáneamente, el potrillo genera su propio vínculo con su madre (aproximadamente a los 25 minutos postparto junto con la aparición de la visión binocular), esto en las especies nidícolas (especies con nido) esta retardado hasta la apertura de ojos (por ejemplo, 10 a 15 días postparto en el perro).  El oído es completamente operativo posterior a los 10 a 20 minutos que el sentido de la visión.  El apego es facilitado desde el punto de vista químico por las feromonas de adopción, estas feromonas obtenidas en forma sintética son utilizadas con fines terapéuticos o preventivos en situaciones de stress de animales adultos (E.A.P. Lab. Merial).  A partir del apego se realizaran otros aprendizajes, por ejemplo, la discriminación de los estímulos del medio, la socialización, etc. De esta manera, cuanto mejor es la calidad del apego, mayor autonomía adquiere el potrillo para explorar su medio, así como también, cuanto más estable y adaptado es el carácter de la madre, mejores capacidades adaptativas tendrá su hijo ya que facilitara sus aprendizajes al entorno con el que tendrá que convivir de adulto.  El estado emocional de la madre ante un estimulo nuevo para el potrillo será tomado en cuenta, de esta manera, aprenderá lo que es peligroso o no a partir de la reacción de la yegua.
El vínculo de apego primario en los mamíferos es indisociable del imprinting (impregnación, huella específica) el cual es un aprendizaje a largo plazo que le da la posibilidad al individuo de reconocer a su propia especie, memorizando las características de su madre. Esto se realiza dentro de lo que se denomina período crítico o período sensible, en otras palabras, estamos frente a un aprendizaje facilitado por un momento particular del desarrollo del sistema nervioso central durante un espacio de tiempo limitado. Además, el imprinting implica no sólo la huella específica sino también la filial y sexual, esto raramente se observa operativo en la especie equina con respecto al hombre, salvo los casos de potrillos huérfanos criados en aislamiento social con su especie.
En este punto podemos poner en contexto el método de imprint training del Dr. Miller, desde las capacidades de la especie, no se trata de un verdadero imprinting y tampoco desde el punto de vista del comportamiento, el caballo no resiste un doble aprendizaje específico (como el caso de los carnívoros domésticos como el perro). En esencia es una socialización facilitada o desensibilización a un potencial predador, como es el hombre, dentro de un período sensible. Por otro lado Miller habla también de desensibilización en su método, lo que crea mayor confusión aún.
No han sido pocas las críticas como así los seguidores de esta técnica, numerosos trabajos han sido publicados apoyando o mostrando resultados adversos, de todas maneras, no debemos quitar el mérito que verdaderamente tiene ya que fue el primero en plantear la importancia de los aprendizajes tempranos en el manejo del caballo.  El método Miller plantea una serie de maniobras que son estresantes, este estrés puede entorpecer el vínculo de apego primario entre el potrillo y la madre. Como ejemplo podemos mencionar la introducción en los orificios naturales de los dedos del operador, considerando que esto posteriormente facilitara futuras maniobras. Estudios comparativos demostraron que no hay una beneficio posterior en maniobras como la desparasitación con sonda nasogástrica en animales de hasta 3 meses, sino que posterior a los 3 meses, no hay diferencia entre los potrillos “impregnados” y otros con un manejo menos invasivo de los individuos.  Por otro lado, algunos investigadores han descrito la aparición de agresividad hacia el hombre (por sensibilización) en potrillos sometidos a este tipo de técnica. En una segunda y tercera sesión, se propone manipular al potrillo, hacerlo avanzar, recular, desplazarse lateralmente, soportar peso en su lomo y cabestrear pero no esta explicito el tiempo de duración, un dato importante considerando que en esto median aprendizajes.
Desde el punto de vista etológico, es importante asociar a la madre a las maniobras, esto apacigua al potrillo y evita el estrés por la perdida del contacto visual.
Todo manejo brutal debe tener en cuenta que puede afectar las capacidades adaptativas del potrillo, considerando las condiciones de vida posteriores, sobre todo en los animales de alto rendimiento, un manejo desde el comportamiento adaptado del desarrollo del potrillo es una herramienta invalorable.

El caballo y el stress

Ante una situación estresante las cuatro posibilidades de reacción de un individuo son:
Fight (lucha)
Flight (huída)
Faint (desmayo)
Freeze (inhibición)
Por supuesto que la estrategia que produce apaciguamiento en la especie equina y la primera que el caballo ensayará es la huída, por lo tanto, todo lo que implique una situación cerrada ante un estímulo al cual el animal debe adaptarse, eventualmente puede poner a prueba sus capacidades al respecto.  El stress en si mismo es fisiológico, usualmente se lo puede encontrar con un sentido patológico, esto no es correcto ya que cuando las respuestas a corto y largo plazo se ven sobrepasadas y no se logra una adaptación a la situación, nos encontramos con el distress o stress crónico, que si lo es.  Poniendo un poco en contexto el concepto, podemos decir que los factores ambientales pueden ser potencialmente estresantes o amortiguadores, esto depende de la evaluación del conocimiento.  Cabe destacar que en el manejo del caballo, las reacciones de faint (desmayo) o freeze (inhibición) pueden ser malinterpretadas como una tolerancia del animal a la situación, cuando en realidad es incapaz de emitir una respuesta.
En conclusión, el caballo es una especie a la que debemos conocer, tomar en cuenta sus capacidades y necesidades, de esta manera podemos adaptar el manejo para disminuir situaciones adversas o prevenir futuros problemas de comportamiento.  Su característica de presa lo hace muy sensible a sufrir procesos de sensibilización que terminan llegando a estados patológicos como las fobias y las ansiedades, una vez aparecidas el tratamiento de las mismas pueden ser largo y costoso.  Durante largo tiempo se han seleccionado individuos en los cuales se manifiestan capacidades adaptativas superiores a la media pero desconocemos cuantos caballos se han malogrado en el camino por un manejo inadecuado.

Bienestar equino

Desde hace un tiempo existe una tendencia mundial sobre lo que se denomina Bienestar Animal, esto es una posición ético-filosófica con fundamentos etológicos y científicos que comenzó a nivel de los animales de producción por presión originalmente de los consumidores. Posteriormente se reglamentó y se fue haciendo extensivo a todas las especies domesticadas. Hoy, el Bienestar Animal forma parte de los requisitos para las exportaciones a la UE (normativa UE-25 y modificaciones posteriores) de productos derivados animales.
Brevemente, se utilizan los parámetros planteados para los animales de granja por el Animal Welfare Council (1979, UK), conocidas como “Five Freedoms”, cuya traducción correcta al castellano es “Cinco Necesidades” y no libertades como sería literalmente del inglés:
Ausencia de hambre y sed
Ausencia de disconfort
Ausencia de dolor, injurias o enfermedad
Libertad para manifestar sus comportamientos normales
Ausencia de miedo o distress
El respeto o no de estas necesidades es un parámetro para evaluar el Bienestar Animal, es importante al menos tomarlas en cuenta y dejar planteado este tema ya que está cobrando importancia a nivel internacional en todo lo que respecta al manejo de los animales en general.

Por M.V. María de la Paz SALINAS