DESARROLLO DE LA CONDUCTA Y APRENDIZAJE

1) Desarrollo de la conducta en equinos

A partir del tercer mes de preñez se detectan los primeros movimientos
fetales, con un promedio de 2 cada 10 minutos, para subir a 16 cada 10
minutos hacia el noveno mes de gestación. Con la gestación descienden los
movimientos simples y aumentan los complejos, que en los tres últimos días
formas periodos continuos, constituyendo ambos una forma de ejercicio fetal.
El periodo de desarrollo generalmente se considera desde que el animal
inicia sus movimientos hasta que se convierte en adulto.
La mayoría de los comportamientos del recién nacido son una mezcla de
patrones de acción mediante los cuales el animal se adapta a las nuevas
condiciones.
Estos comportamientos son de vital importancia para la supervivencia
del recién nacido.
Dos pasos importantes son la cinética y la nutrición.
El primero de estos dos aspectos es la primera movilidad donde los
pasos son los siguientes:
1. – Coordinación con el animal tumbado
2. – Levantarse y estabilidad cuadrúpeda.
3. – Deambulación.
4. - Orientación maternal
5. - Búsqueda de teta y succión.

Cuando ya se ha conseguido mamar el calostro, se puede decir que se
entra en la fase consolidación de la adaptación, en la cual el animal orina,
defeca, duerme, se levanta y se tumba estira sus miembros. Suceden a partir
de la segunda hora de la vida postnatal. A partir de entonces, incrementa la
coordinación cinética y empiezan las primeras carreras.

1. 1. Primer estadio del comportamiento neonatal
  A) Coordinación tumbado
Inmediatamente después de nacer el potro empieza a estirarse
levantando su cabeza y su cuello. Comienza a rotar el cuerpo hasta que
consigue colocarse en decúbito esternal. La cabeza puede girarse y las orejas
son móviles. Los miembros posteriores permanecen flexionados. La cabeza
empieza a moverse de manera que hace de palanca para intentar levantar el
cuerpo. La madre en la limpieza puede ayudar a que lo consiga con más
facilidad. Durante su posición de tumbado la limpieza de la zona dorsal por
parte de la madre está más facilitada. En estas condiciones la expulsión del
meconio puede producirse antes de que el potro logre ponerse de pie. El potro
realiza movimientos tambaleantes y torpes hacia los 15 minutos de vida:
levanta las extremidades delanteras, las traseras y se mantienen en pie.
B) Estabilidad cuadrúpeda.
La media en ponerse de pie está entre 30 y 50 minutos. Lo normal es
que fallen 3-4 veces en sus intentos hasta conseguirlo. Se aprecian diferencias
de raza, sexo y tamaño, pero nunca debe producirse después de 2 horas. Las
potrancas lo consiguen antes que los potros, quizás porque los machos pesan
más al nacer. En los Pura Sangre Ingleses se considera un tiempo medio de 20
minutos, pero los ponis necesitan de media 32 minutos.
Esta fase se completa cuando la estabilidad cuadrúpeda es suficiente
para iniciar la deambulación.
Fraser, ha estudiado las actividades neonatales en equinos de PSI y
obtiene los datos que se exponen en la gráfica y en la tabla de abajo:



C. Deambulación

Las extremidades anteriores son estiradas antes que las posteriores. El
reflejo del laberinto con la flexión del cuello permite mantener el equilibrio y
ayuda a compensar la gravedad. Una vez que se ha conseguido la estabilidad
los intentos de caminar se inician enseguida. Los primeros pasos se producen
cuanto las cuatro extremidades han conseguido avanzar. Al principio los pasos
son exagerados y se ven dificultados por el colágeno que cubre los pequeños
cascos cuya misión es proteger el canal del parto durante la expulsión. Durante
las primeras caminatas va desapareciendo rápidamente este material. Los
movimientos torpes del recién nacido estimulan el instinto maternal. Cuando
consigue andar empieza a establecer contacto con objetos y paredes sobre los
que se apoya, incluyendo los costados de su propia madre.

D. Orientación

Se inicia una gran actividad exploratoria de todo lo que le rodea,
conforme se familiariza con ellos, adquiere su capacidad de orientarse
espacialmente.
El músculo que rodea la lente óptica es aún débil en los potros, por lo
que son un tanto miopes y sus capacidades de visión a lo lejos y la
acomodación del ojo para enfocar aún son pobres. Por ello, la actividad
exploratoria se realiza mediante los contactos con el hocico. Durante éstas es
interceptado por su madre que se le coloca entremedias y que se convierte en
su principal centro de atención facilitándole el desarrollo de la impronta. La
sombra que proyecta la madre también le ayuda a localizar la región mamaria
para lo cual la tigmotaxia (motivación a tocar) junto con las vibrisas (pelos
táctiles del hocico) son determinantes.
Durante este periodo la madre vocaliza con más insistencia y frecuencia,
con lo que el potro aprende más sobre los objetos que le rodean, a partir de los
nickers de su madre.
E. Búsqueda de tetas y amantamiento
El comportamiento pre-amamantamiento comprende extender la cabeza
y cuello, mientras abre y cierra la boca, extiende la lengua y succiona el aire.
Mediante un gradiente de calor y animado por la madre, el potro busca la ubre
para mamar, lo cual hace entre los 35 y 420 minutos de vida, no debiendo
sobrepasar las 3 horas. Lo suelen conseguir antes las potras que los potros.
Así, en un estudio con PSI, se encontró que los potros tardaban 2 horas desde
que nacían hasta que conseguían mamar, mientras que las potras lo hacían en
1 hora y media.
El amamantamiento lo suele iniciar el potro acercándose a su madre y
buscando las ubres. El potro se dirige directamente a las ubres o bien da
vueltas alrededor de la madre para luego acercarse a la ubre. Este último
proceder puede servir para dar a conocer a la hembra la intención de la cría y
facilitar la bajada de la leche.
Si la hembra no se detiene, el potro camina en círculos frente a ella,
frotando su cuerpo con las escápulas y la base del cuello, o bien se coloca en
posición paralela en la misma dirección.
Una vez que ha conseguido mamar por primera vez, la búsqueda de
tetas se ha visto reforzada y el aprendizaje se ha logrado.
Los potros pasan gran parte de su tiempo mamando en las primeras
semanas de vida, de 4 a 5 veces por hora con una duración algo más de 1
minuto por vez. Frecuencia que desciende a 3 veces/hora en la 2ª-3ª semanas
de vida, 2 en la 6ª y de 1 en la 24ª. La frecuencia y duración de las tetadas
difiere entre individuos y no entre sexos.
Después de mamar suelen dormirse, lo cual indica que la cantidad
ingerida ha sido suficiente
Es en estas horas de vida (2 ½) cuando se logra la primera expulsión de
meconio, El meconio debe ser eliminado en los cuatro primeros días de vida,
mostrando los potros con retención de meconio signos de tensión, se agachan,
levantan la cola, ruedan, se miran los flancos y yacen sobre el lomo.
Se estima que un 5% de los potros necesitan asistencia para ser
amantados y un 2% sufren retención de meconio.
Además de servir de alimento, el frotar y succionar las ubres parece ser
un comportamiento de bienestar.

1. 2. Periodo de consolidación
Si la adopción maternal se ha conseguido, el potro queda consolidado
con su alimento, con su ejercicio y con su descanso.
A. Descaso
El potro tiene su primer sueño a las tres horas de nacer, generalmente
después de haber mamado por primera vez.
El sueño de los caballos es de dos tipos: sueño paradójico,
caracterizado por actividad rápida de bajo voltaje y pérdida completa del tono
postural, y sueño de onda lenta con actividad rápida de bajo voltaje. También
presenta somnolencia con voltaje y actividad intermedias. Los periodos de
sueño tendrán una duración aproximada de 15-30 minutos
El descanso de los potros es más frecuente y diferente del de los
adultos.
Durante la primera semana de vida pasa la mayor parte del dia
descansando. En las otras dos o tres semanas ya sólo descansan la mitad de
ese tiempo. La postura típica es el decúbito lateral, hasta los seis meses de
edad en la que su madurez física les exige tumbarse con menos frecuencia y
cuando lo hacen es en decúbito esternal. También pueden tumbarse en grupos
siendo muy evidente en este descanso el fenómeno de la facilitación social..
Los recién nacidos dedican un tercio de su tiempo descansando en
decúbito: mueven las patas, pueden relinchar y sacudir las orejas y mueven
rápidamente los ojos hacia atrás y delante. Este tipo descanso decae en los
adultos, que no dedican más del 5% de su tiempo en esta actividad (2%
durante el día y el 10% en la noche).
El descanso en estación sigue una evolución contraria al anterior: el
potro pasa del 4 al 8% de su tiempo en esta posición, en tanto que en los
adultos ocupa del 13 al 33% de su tiempo. El animal flexiona una pata trasera,
cierra total o parcialmente los párpados, el labio inferior queda flácido y deja
caer las orejas hacia el costado.

B. Micción y defecación
La primera orina se produce después de varios episodios de
amamantamiento y descanso. La media de tiempo para la primer orina está en
8,5 horas dentro del rango de las 2,7 y las 15 horas. Los potros orinan por
primera vez a las 6 horas de media y las potras a las 10 horas de edad. La
micción suele suceder de manera periódica a continuación de la ingestión de
leche unas diez veces al dia. La defecación se produce de3 a 5 veces al día.
La tabla de abajo cuantifica las funciones neonatales de los equinos.
Función Cantidad al dia
Número de orinas 4-10
Número de defecaciones 3-5
Número de paseos 8-14
Número de sueños 20-25
Duración del sueño 20-60 minutos
Número de amamantamientos 18-24
Duración de los amamantamientos 28-58 segundos
C. Asociación
Una de las características del comportamiento equino es la tendencia a
formar manadas, tendencia evidente en los animales jóvenes y que es innata.
La primera asociación con la madre debe producirse en las dos primeras
horas de vida, produciéndose desorientación en el potro y desasosiego en la
madre si se separan con posterioridad. Después se alejan cada vez más de
sus madres y pasa, progresivamente, cada vez más tiempo jugando con otros
potros; sin embargo, el vínculo con la madre permanece durante uno a tres
años y puede seguir igual de fuerte incluso cuando hayan nacido otros potros
después de él.
Los potros permanecen cerca de su madre hasta unos dos años,
formando una subunidad en la manada. A medida que el potro crece, esta
relación disminuye gradualmente. En la primera semana pasan el 90% del
tiempo a menos de 5 metros de la madre, se reduce al 66% al final del segundo
mes. Ello viene motivado por el inicio de relaciones sociales con otros
miembros del grupo, principalmente sus hermanos y hembras y crías con las
que se relaciona su madre.
A pesar del distanciamiento las relaciones más frecuentes del potro son
con su madre. Suelen pastar juntos y el potro se suele amparar en la madre
para protegerse de las moscas, bien metiendo la cabeza debajo de la cola de la
yegua o colocando la cabeza junto a las nalgas para que la hembra con su cola
las espante.
D. El juego
Es un comportamiento muy importante para el desarrollo social y
corporal.
Este tipo de comportamiento es de tres tipos:
a) motor general: trote y galopes exagerados con elevación de la cabeza
y cola e hiperflexión de las extremidades. Lo hacen solos o acompañados.
b) interactivo: es un juego social caracterizado por el continuo contacto
físico entre animales.
c) manipulación de objetos inanimados.
Los juegos de los adultos son una combinación de los anteriores, con
predominio de actividades motoras.
Los potros suelen desarrollar con mayor frecuencia juegos interactivos,
en tanto que las hembras más juegos motores.
En el medio natural, los juegos interactivos tienen gran importancia para
el desarrollo de destrezas y del estatus social.
Las actividades lúdicas son una buena demostración de la importancia
del juego como actividad cinética, de hecho, el 75% de la actividad cinética se
realiza en forma de juegos. Estos se inician mordisqueando las patas y las
crines de la yegua; en un estadio posterior, se produce el acicalamiento mutuo
entre ambos: los potros muy jóvenes permanecen junto a sus madres, en la
mayor parte del tiempo manteniendo contacto físico con ella, incluso mientras
caminan, hasta el extremo de que cuando tiene sólo semanas de edad,
raramente se alejan de ella durante más de cinco minutos.
En los grupos de potros, el juego social va incrementando a medida que
lo hace su edad, a la vez que declina el juego en solitario, reduciéndose a un
mínimo cuando el potro sólo cuenta con dos meses de edad. No obstante, en
los potros que se crían aislados ese juego persiste y su actividad lúdica social
puede dirigirse a otros animales o al hombre; también puede jugar con objetos
inanimados.
El sexo influye sobre el tipo de juego, de forma que los machos se
montan más y se entregan al juego más vigorosamente que las potrancas. La
respuesta de las potrancas ante los machos es de huida o de agresión.
E. Acicalamiento
Además del acicalamiento mutuo con sus madres, los potros también lo
hacen con los otros compañeros. Es frecuente que ese acicalamiento inicie el
juego, en cuyo comienzo se observan también mordisqueos. La forma más
corriente de jugar entre los potros supone el mordisqueo de la cabeza y de la
crin, encabritarse uno frente al otro, perseguirse montarse y luchas laterales.
Dos animales parados lado a lado, en dirección opuesta y usando sus
incisivos se asean mutuamente. Las zonas aseadas con más frecuencia son el
cuello, la cruz, el lomo, el anca y la cintura escapular.
Los dientes se usan de dos maneras: apoyan los incisivos superiores
sobre la piel y con ellos rascan la piel, o bien levanta un trozo de piel con los
dientes y luego deja que se deslice entre los dientes.
Los potros se asean mutuamente o con su madre. El aseo entre jóvenes
da comienzo hacia el segundo mes de vida, con un pico en el tercero para
después disminuir.
La duración del aseo es de 1 minuto aunque puede llegar a 9.
El autoaseo es otra forma de cuidarse el pelaje y es necesario para
eliminar células muertas y mantener el pelo en su dirección adecuada.
En el autoaseo se observan diversos comportamientos: contracciones
musculares, sacudidas, golpear una parte de su cuerpo contra otra o contra el
suelo o paredes.
La frecuencia de auto aseos en los potros es similar a la de las madres,
unas 5 a 12 veces al día, si bien las técnicas difieren con la edad: rozan la
cabeza y cuello con sus patas traseras, en tanto que las yeguas los frotan con
objetos inanimados.
F. Inicio del pastoreo
El consumo de pasto no se inicia de forma brusca sino progresivamente.
Desde el primer día de vida, el potro mordisquea el pasto y con la edad inicia y
aumenta su consumo.
A partir de la primera semana empieza gradualmente a ingerir hierba, de
manera que cuando alcanzan los 3-4 meses de edad emplean en pastar unos
15 minutos por cada hora de luz diurna; cuando alcanzan el año de edad ese
tiempo es ya de 45 minutos. Al principio, durante una o dos semanas, para
poder alcanzar la hierba, el potro tiene que separar y flexionar las patas
delanteras; hasta que su cuello crece es incapaz de caminar y pastar
simultáneamente.
La alimentación principal tiene lugar a primeras horas de la mañana y
por la tarde, y normalmente sincrónica con la madre.
La coprofagia suele ser normal en potros jóvenes en sus primeras 8
semanas de vida, especialmente de las heces de su madre pero a veces
también de otros animales del grupo. La ingesta es de heces frescas, de las
que sólo consumen parte.
La frecuencia de este comportamiento varía desde una vez cada 4
horas, en Welsh pony en praderas, hasta la mitad en p.S.I. en cuadra.
La función exacta de la coprofagía no se conoce, pero se aventura que
pueda deberse a la presencia en las heces de sus madres de alguna ferormona
que sea indicadora de algún elemento nutritivo necesario.
En el medio natural, el destete se produce antes de que nazca la
siguiente cría, 1 ó 2 años después. Los potros domésticos se destetan hacia
los 4 a 6 meses de edad.
Si el destete es brusco, aumenta la actividad motora y vocalizaciones
tanto de la madre como de la cría. Cuando el estrés es muy intenso, puede
provocar anorexia y enfermedad.
G. Chasqueo de dientes y Flehmen
Se caracteriza por la retracción de la comisura de los labios con
exposición parcial de los dientes y se acompaña con un movimiento rápido de
la mandíbula hacia arriba y abajo. El potro gira el pabellón auricular para que la
parte cóncava esté dirigida lateralmente.
Se ha descrito como una forma ritual de amamantamiento que aparece
en circunstancias de excesiva excitación.
Los potros lo muestran flehmen desde el primer día de vida, con mayor
frecuencia (1 vez cada 1-2 horas) en el primer mes de vida que en el 5º (1 vez
cada 5 horas).
La frecuencia difiere según sexos, más abundantes en los machos.
2) Aprendizaje en equinos.
2.1. Inteligencia en equinos
Los caballos son capaces de abrir los pestillos de las puertas con los
dientes o con los cascos, esto indica un cierto grado de inteligencia, aunque
resultan entupidos cuando tienen un compañero delante de ellos (detrás de una
valla) y no son capaces de encontrar la salida para reunirse con él si ésta está
localizada detrás de él.
El caso de Clever Hans, en 1900, un caballo alemán mundialmente
famoso porque podía resolver operaciones matemáticas de sumar y multiplicar,
golpeando con el casco tantas veces como era la respuesta, resultó ser un
fraude ya que aunque respondía sin que estuviera presente su entrenador, era
capaz de detectar los cambios en los gestos del espectador para cesar de
golpear cuando se había alcanzado el número correcto. Era un especialista de
la comunicación, no un matemático.
2.2. Entrenamiento de caballos
Los caballos deben de ser adiestrados a corta edad. Lo común es que
un caballo de dos años ya esté siendo entrenado, pero es más raro ver uno
que lo está siendo con cinco años.
Las base del entrenamiento en caballos es el refuerzo negativo
(mantener el estimulo molesto hasta que el caballo realice la respuesta
deseada). Luego hay que intentar sustituir un estímulo condicionado (una voz,
una presión con las piernas del jinete) por el estímulo incondicionado (el dolor
de la fusta o el bocado) así, la rienda puede ser reemplazada. Cuando se
aplica el castigo debe hacerse inmediatamente. Una cachetada en el hocico de
un poni que sea aplicada a los 30 segundos de que haya mordido, sólo servirá
para enfadarle, pero un leve golpe al segundo de haber mordido lo inhibirá de
hacerlo con posterioridad.
Aunque cada domador tienen sus propias técnicas, hay un aserie de
principios básicos.
1. Los potros no deben nunca ser sobretrabajados, deben dejarse
en un lugar tranquilo reposando tan pronto como han captado
una nueva idea. La mayoría de las pautas de entrenamiento se
hacen conscientes cuando se ha parado.
2. Nunca debe dársele la oportunidad de tener una reacción
indeseable frente a la señal. En este sentido se diferencia del
entrenamiento de animales de laboratorio basado en aciertoerror.
A éstos se les da la oportunidad de elegir entre la
respuesta correcta y la incorrecta logrando aprender la correcta
después de recordar sus consecuencias. Cuando el caballo se
doma, todos los esfuerzos se centran en lograr una respuesta
correcta y prevenir una incorrecta.
3. Las señales deben ser fácilmente distinguibles por el animal y
aplicarse de manera uniforma. Si la señal es vocal (p.e. una
palabra) se debe cuidar decir siempre la misma palabra y en el
mismo tono en todas las ocasiones. Conforme va
intensificándose el entrenamiento se va mejorando la
discriminación sensorial. Nota los cambios de presión que se
producen en su boca y en sus flancos y se hace muy sensible a
estos cambios. Los caballos de alta escuela pueden ser
sensibles los estados emocionales de sus jinetes. El tipo de
señal debe ser elegida en función de los que se pretende que
haga el caballo.
4. El entrenador debe comprender y tener en cuenta las
características individuales de cada caballo así como el
significado de sus expresiones faciales durante y después del
entrenamiento.
El condicionamiento operante se ha practicado en caballos para evaluar
sus preferencias ambientales.
En pruebas de laberinto, los potros de un año aprenden con facilidad a
realizar los recorridos en diferentes direcciones y sentidos. El castigo no
mejora los resultados.
No se ha encontrado correlación entre capacidad de aprendizaje y
posición en el orden jerárquico.
Se ha demostrado la existencia de aprendizaje observacional en
caballos. Por ejemplo, para la elección de comida. Esto es de interés ya que se
piensa que algunas anomalías orales de los caballos, tales como morder el
borde del pesebre pueden ser aprendidas por observación.
2.3. Influencia de la edad y el sistema de cría.
Los potros recién destetados aprenden con facilidad los laberintos y con
menor tasa de error que los adultos, pero estos últimos se mueven con más
rapidez, por lo que consiguen antes la comida.
Los potros que se han criado sin sus madres no parecen tener afectada
su capacidad de aprendizaje, pero se muestran más cautelosos que los criados
con sus madres.
Un manejo moderado, no excesivo, mejora los resultados en los test de
aprendizaje en laberinto. Un caballo emocional será el que peor capacidad de
aprendizaje tenga.
2.4. Situaciones de entrenamiento para caballos.
Enganche. Además de la obediencia a las señales debe adiestrarse a a
sobreponerse a su temor de ser perseguido (no sólo del propio coche
sino de otros que están en la carretera) para ello se necesita emplear la
habitación y ayudarse de anteojeras.
Montura o Silla. Suelen rechazarse aquellos caballos que no son
capaces de diferenciar cambios de presión muy pequeños. Los recursos
que emplean los diferentes jinetes para ello son determinantes para
elegirlos entre el personal.
Salto. Son pocos los caballos que saltan de manera rutinaria a diario. La
habilidad lograda dependerá de su estado físico, de su temperamento y
de la confianza adquirida durante el entrenamiento ya que por su falta de
visión binocular tienen dificultad para ver la distancia correcta. La
primera intención será aproximarse mucho al obstáculo antes de intentar
saltarlo. Por la misma razón, prefieren los obstáculos verticales que los
horizontales y evitan el charco.

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